lunes, 15 de octubre de 2018

Soy una millennial desconectada


Resultado de imagen de instagram adiccion

NO TENGO INSTAGRAM

Pues bien, hace alrededor de un mes decidí quitarme Instagram, decidí ser una de esa pequeña parte de la población a la que ahora llaman "los desconectados".

El otro día una chica a la que conozco desde hace tiempo pero hacía mucho que no nos veíamos, me dijo "tía dame tu Insta y así nos tenemos!" (qué tontería... ¿Eso es tenernos?) le comenté que no tenía Instagram y su reacción cambió poniendo una cara pálida y me dijo: "¿estás de coña no?¿Cómo no vas a tener Instagram?" Vamos no sé yo... ¡Ni que fuera el DNI!

En realidad me podría considerar una "Millennial desconectada", y estoy orgullosa de haberme unido a este grupo FELIZ porque los motivos que me llevaron a tomar esta decisión fueron, entre otros, los siguientes:

- Tiempo. O mejor dicho... MUCHO TIEMPO PERDIDO. Siempre cogía Instagram para decir "5 minutos y ahora me duermo"... Já! Ni 5 ni 20 minutos... Finalmente me acababa dando cuenta de que llevaba 2 horas de reloj contadas haciendo scroll y viendo cosas que realmente, me interesan nada y menos. La de libros que me habría leído ya sobre marketing, sobre nutrición, novelas o cualquier otra cosa durante esas 2 horas cada noche... Y eso que sólo estoy hablando de ese ratito, porque si nos ponemos a contar el de la siesta... El de por las mañanas, la típica revisión a media mañana o a media tarde o la de la hora de comer o cenar que el móvil estaba encima de la mesa.

- Examistades. Sí, por muy raro que nos parezca, estar tan conectados a ciertas personas nos hace estar desconectados de ellas en la vida real. Al ver todo lo que mis amigas hacían por Instagram, nunca sentía la necesidad de llamarlas para ver qué tal estaban. Sabía de mi familia por la fotografía que había subido mi primo o mi prima y las conversaciones parecían no existir. Un día estaba con una amiga y me contó que "había cogido el coche para llevar a su hermano" a lo que yo pregunté "¿pero por fin te sacaste el carnet?" y me dijo "¡Sí tía si lo subí a Insta Stories!". Eso me chocó... Parece que ahora la manera de comunicarnos es hacer una fotografía para que todo el mundo le preste atención en lugar de comentarle tus cosas a tus seres queridos... Sabía quién había estado de vacaciones y en qué sitios y claro, aparecían en fotografías pasándolo genial, así que... Dabas por hecho que fueron de escándalo. Y nadie preguntaba... Al final eso me pareció tan triste que decidí antes de borrar instagram, dejar de ver los stories de mis amigas y llamarlas por teléfono.

- Contenido 0'0. Me importaba entre nada y menos 1 lo que veía en Instagram, veía lo que desayunaba la gente fit, la gente no fit, quién sacaba a su perro a qué hora, lo que llevaba puesto alguien cuando se iba de fiesta, he llegado a leer textos de publicaciones sobre "cosas tan importantes como el día de una persona que ni conozco", he pasado horas y horas mirando el perfil de gente que vive en otra ciudad o en otro país para ver qué comen, cómo entrenan y qué amistades tienen. Me leía "poemas" de gente que en ocasiones los escribía con faltas de ortografía y así, horas y horas. Un contenido buenísimo, al día siguiente podríamos comentar "¿Sabes que el perro de Lucía corre detrás de los palos?" "Guauuuu... Es algo insólito!" "Desde luego que sí, me ví el vídeo de 20 segundos como 100 veces y se lo comenté para que supiera que lo había visto" "guau... un perro corriendo en un parque detrás de un palo... inédito". Sí, así de tonto suena, así de tonto es.

- Fantasmas. Y aquí es donde uno tiene que pararse a pensar, todas tus inseguridades, miedos y temores salen a la luz gracias a Instagram. "X le ha dado like a Y... eso es ¿porque se conocen? ¿estarán hablando?" Las historias fantasma que todos nos hemos montado en la cabeza por ver algún story, la de investigaciones absurdas que habremos llevado a cabo por alguna localización que aparece en la fotografía, pensar en que alguien dejó un comentario en alguna fotografía de otro alguien e instantáneamente conectarlos... Celos, miedos, reflejos y obsesiones con gente que probablemente nada tiene que ver con todo lo que tú habías pensado.

- Autoestima. Todas son perfectas en Instagram, menudas diosas recién levantadas con esas caras perfectas y esos cuerpos divinos del señor que no sacan ni una lorza cuando se sientan en el borde de la piscina. Esos filtros que crean una linda piel de porcelana y unas curvas de infarto. Esos vestidos que no tienen ninguna arruga y luego vas tú y te miras al espejo y ¿qué ves? Un santo elefante con granos, ojeras y piel de naranja... Todas las chicas a las que yo seguía eran más guapas que yo, es más. Tenían una vida perfecta y yo, no. Eran divinas y yo, un absoluto desastre... Lo mejor de todo era cuando te encontrabas al pibón divino que habías visto en instagram en el gimnasio y pensabas... ¿dónde estaba ese vientre plano? ¿Esas tetas perfectas? ¿Esa piel lisa y suave?... En fin. ERAN Y SON REALES pero no lo parecen y eso, deprime.

- Tontabilidad. Ahora me fijo en mi instagram. ¡Tengo un fotón! ¡Salgo fenomenal o el paisaje es brutal! Voy a compartirla... Ejem... ¿Para qué? ¿Por qué ese interés en que el resto del mundo vea la foto tan bonita que has hecho o lo bien que sales en una fotografía? ¿De dónde viene esa necesidad de que la gente la vea? Y lo mejor de todo... ¡LOS LIKES! Esa necesidad de aprobación, que cuantos más likes mejor, ¡mira cómo ha triunfado esta fotografía... tengo mogollón de likes! Mmm... ¿Para qué? Luego ni si quiera le envías esas fotografías a tu madre o a tu hermana... Y también ¡LOS FOLLOWERS! El te sigo-me sigues constante. ¡Madre mía qué locurote! En la vida se me ocurriría seguir a alguien por la calle... ¿Por qué hacerlo en redes sociales? sísí, que desconocidos vean todo lo que estás haciendo, quién eres, dónde trabajas, lo que piensas... ¿De verdad es tan importante lo que algunos desconocidos piensen de ti? Parece ser que si...

- Narcisismo. Me volví narcisista, fotos mías y nada más que mías, ni si quiera Facebook me pareció tan tóxico. Se trata de fotografías nada más, no tiene más misterio que el exponer que "yo soy divina" que "yo voy a sitios espectaculares" que "mi pareja es la más perfecta" que "me levanto sin ojeras" y "que como pero no engordo". Todo relacionado a tí mismo, lo cual me preocupó bastante porque creo que se perdían muchos valores, como el de no mirarse siempre a sí mismo y mirar mejor a los demás. Y no a través de pantallas, sino de cafés en mesas de cafetería reales y en 3D. Esa necesidad de mirar y revisar nuestro perfil, de borrar fotos que no obtuvieran suficientes likes, de sentirnos guapos en las fotos, de sentir que otros son feos en ellas. Ese "espejo" en el que proponemos que nos queremos mucho, porque somos guapísimos y exponer todos nuestros logros personales como algo significativo... ¿Para quién? A veces me gustaría preguntar realmente si toda esa gente que sube tantas fotografías se quiere a sí misma. Porque yo, no me quería, por eso necesitaba que los demás me aprobasen. 

- Control. Todo lo que haces, dices, qué amigos tienes, dónde vas o con quién has estado... ESTÁ EN LAS REDES. Y si no lo subes tú, algún amigo tuyo lo sube. Nada más quitarme instagram me llegaron mensajes "¿Estas bien? ¡No sé nada de ti!" Contesté "Estoy perfectamente, cuéntame ¿qué quieres saber?" Y fue cuando recibí la respuesta "no, es que como no te había visto en instagram..." Bien. Okey. NO necesito instagram para existir, no existe ninguna necesidad de que todo el mundo sepa con quién estoy, lo que hice este verano o si tengo el pelo de color marrón. NO. Si quieren saber de mi, tienen mi teléfono, y sino, es puro cotilleo y control. Tengo amistades lejanas con las que hace millones de años que no hablo, pero "nos seguíamos por instagram" nos teníamos fichadísimos. ¿Para qué? Jamás me crucé ninguna palabra con ninguno de ellos, pero ... "éramos followers!".


En fin... todas estas razones, entre otras, fueron las que me llevaron a dejar Instagram, en un principio de manera intermitente, finalmente, de manera definitiva. Porque nunca he sido tan dependiente de lo que el resto opine de mí y realmente no me importa si voy mejor o peor, desde luego no voy a hacerle una fotografía y tener que esperar 10 minutos para comérmelo frío. Voy a comerme mi plato de comida caliente, feo y hecho con amor. Sé lo que valgo, tengo fotografías buenísimas y vídeos súper graciosos. Tengo textos que a más de uno le convendría leer y sé que me quiero mucho a mí misma. No necesito que  nadie me lo haga saber "por likes".

Después de un mes sin instagram me he dado cuenta de lo bien que se vive sin estar siempre disponible y controlado por parte de quien quiera hacerlo (y eso que yo tenía el perfil privado, del público ya ni hablamos), me he dado cuenta de la cantidad de tiempo que he ganado, he vuelto a leer libros, a ver películas sin distracciones y a tener conversaciones y risas que no han necesitado ser grabadas o fotografiadas para subirlas a ningún sitio y por tanto, eran reales.
He tenido conversaciones profundas en las que describía a gente sin enseñarles su perfil, he podido dar detalles sobre sitios espectaculares que he visto sin necesidad de enseñar fotos, duermo mejor porque no tengo nada que mirar antes de acostarme. Vivo mejor porque no estoy pendiente de quién ha visto mis stories o quién ha subido qué o quién ha dado like a qué.

Vivo mejor porque incluso me atrevo a decir que he recuperado cierta autenticidad que había perdido, autoestima que me había minado, inteligencia que se me estaba arrugando y privacidad, esa que hoy en día, pocos tienen.

Soy y seré una Millennial desconectada, al menos de Instagram, porque a no ser que sea tu negocio y le saques partido, me parece una absurda pérdida de tiempo, zona de conflicto y depresión y limbo donde perderse uno mismo para querer ser alguien que no eres y solamente siendo tú serás una persona maravillosa.

Para despedirme os dejo un link donde encontraréis que la adicción a instagram existe, es real y peligrosa. Además la están comparando con drogodependencias. Deberíamos pensar más... ¿Somos humanos de carne y hueso o un perfil lleno de fotografías?

https://www.lavanguardia.com/muyfan/20171011/431985476455/instagram-facebook-adiccion-enfermedades.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario