Se trata de un sinsentido que ni siquiera tú mismo entiendes, algo que no eres capaz de controlar, que no sabes cuándo viene ni cuándo se va. Se trata de ti y de lo que te pasa y no eres dueño de ello.
Un segundo estás
feliz y te sientes la persona más afortunada del mundo, vas sonriendo
iluminando a quien pasa por tu lado y al otro segundo la tristeza te envuelve
en su nube gris, te falta el aire y tienes miedo de estar solo, tiemblas y te
bloqueas, necesitas sentarte porque sólo puedes llorar y necesitas toda tu
concentración para respirar.