¡Temporada de fresas! Había que aprovecharlo de
alguna manera, así que me he dedicado a ser fan número uno de recetas que se
pueden hacer con esta riquísima fruta…
Esta vez, me decanté por una cheesecake de fresas,
muy rosita. ¡Ideal para una babyshower! O para empezar el día como una princesa
o princeso J
¿Vamos a ello?
INGREDIENTES PARA
LA BASE:
- 300gr de harina de avena de vainilla (o galletas)
- 200ml de leche de soja 0% o la que utilicéis
- Stevia al gusto
- 1 pelllizco de sal
INGREDIENTES PARA EL
RELLENO:
- 450gr de queso fresco batido 0%
- 25gr de proteína sabor fresa (yo utilizo isolatada)
- 250ml de leche de soja 0% o la que utilicéis
- 12 láminas de gelatina neutra (la venden en cualquier supermercado)
- Stevia al gusto
- 15 fresas frescas
ELABORACIÓN DE LA
BASE
1. Empezamos poniendo
el horno a precalentar a 180º (que eso siempre se olvida así que ¡me gusta
recordarlo al principio!).
2. En un bol,
calentamos la leche de la base con la pizca de sal y la stevia al gusto durante
aproximadamente 2 minutos sin que llegue a hervir.
3. Lo sacamos del microondas
y añadimos poco a poco la harina de avena, esto a mí me gusta hacerlo
directamente con las manazas, porque se puede moldear mejor. Al final tiene que
quedar una masa tipo plastilina (si se queda demasiado seca se puede añadir un
chorrito más de leche y si queda muy líquida, añadimos un poquito más de
harina).
4. Hacemos una bola
con la masa y la expandimos en un molde desmontable intentando que nos quede
con el mismo grosor por todas partes (así queda más bonita la presentación para
el postureo).
5. Metemos la base en
el horno durante 20 minutos y cuando veamos que tiene un color doradito… ¡La
sacamos! Mientras podemos ir haciendo el relleno:
ELABORACIÓN DEL
RELLENO:
1. Metemos las láminas de gelatina en un bol con agua fría para que se vayan ablandando y reservamos.
1. Metemos las láminas de gelatina en un bol con agua fría para que se vayan ablandando y reservamos.
2. Ponemos en un bol el queso fresco batido, la leche, la stevia, la
proteína y todas las fresas (menos 3 o 4 para decorar) y batimos hasta que nos
quede una masa homogénea y con un color rosa fuerte (se pueden añadir más
fresas para que quede aún más rosa).
3. Vertemos la mezcla en un cazo y lo ponemos a fuego lento sin dejar de
remover mientras va cogiendo temperatura, cuando veamos que está
suficientemente caliente, vamos añadiendo las láminas de gelatina que estarán
ya blanditas y no dejamos de remover.
4. Cuando esté todo bien mezclado y derretido, vertimos la mezcla sobre la
base que previamente hemos sacado del horno, dejamos enfriar durante media
horita más o menos y la metemos en la nevera (deberá estar ahí durante al menos
8 horas para que se cuaje bien, yo la suelo dejar una noche entera, ¡está más
sabrosa!).
5. La desmoldamos y decoramos con fresas a nuestro gusto J.
Sencillito, ¿verdad?
No hay excusa para no hacerlo. Otra opción se puede hacer también sin triturar
las fresas, es decir, cuando mezclas todos los ingredientes los bates sin las
fresas y una vez que echas la mezcla en el cazo para ponerla al fuego, añades
las fresas a trozos (queda una masa blanquita y los trozos de fresa por dentro
se ven muy bonitos). Eso… ¡Lo dejo a vuestro gusto!

Yo como soy muy
golosa, también lo he probado echándole sirope de chocolate Quamtrax 0% (lo venden en Ahorramás) por
encima y… ¡Esto es un pecado mortal! Aquí tenéis una foto, que oye... Para el postureo también queda muy bien ¿no?
Os dejo que lo
probéis y… ¡A por esos fresones!
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